Flippin Kaktus (Nintendo Switch) – la prueba

Si te digo un juego de plataformas ultradifícil con personajes más bien cuadrados, escaleras, cuevas, sótanos, minas para explorar, bombas para explotar, me dices: ¡Rick Dangerous! Perdido, solo llegas treinta años tarde. Por supuesto, estoy hablando de Flippin Kaktus, ¡un juego de plataformas frenético y picante!
Salta, dispara, muere y vuelve a saltar
Flippin Kaktus es la historia de un cactus que va a la guerra contra un cartel mexicano que atacó a su familia adoptiva. Por lo tanto, el jugador encarna un cactus que se moverá de un nivel a otro en un juego de plataformas en dos dimensiones con desplazamiento horizontal.
El juego de Flippin Kaktus es frenético, ultra nervioso y perpetuamente tenso. Incluso si teóricamente es posible un enfoque más bien de infiltración y sigilo, el nivel de dificultad del juego impone muchas muertes antes de lograr cruzar ciertos pasajes y el uso de armas a menudo se vuelve necesario. El lado Die & Retry del software está particularmente presente. El jugador casi está aprendiendo ciertos pasajes de memoria para poder progresar con éxito a través de los niveles.

En términos de jugabilidad, Flippin Kaktus trae su parte de novedades e innovaciones en comparación con los juegos del mismo género. Nuestro cactus puede esconderse en los arbustos y pasar desapercibido para los enemigos. Del mismo modo, para recuperar la vida, nuestro cactus no tiene más que encontrar un punto de agua y meter los pies en el agua: es una planta, la regenerará. Nuestro héroe también puede llevar sombrero y pasar desapercibido, o esconderse en una caja y moverse sigilosamente sin despertar sospechas.
Muere, salta, dispara y vuelve a morir
El diseño del juego también es particularmente complicado en Flippin Kaktus. Bloques de piedra caen del techo, arenas movedizas envuelven a todos los que intentan cruzarlos, los puentes colgantes se derrumban cuando se cruzan. Todos estos elementos hacen que tengas que morir para descubrir las trampas y luego empezar de nuevo y conseguir esquivarlas. De vez en cuando, sin embargo, pequeños bonos como pimientos o botellas de tequila ayudan al jugador a potenciar su personaje durante unos segundos y le permiten causar estragos.
Gráficamente, el juego presenta un pixel art bastante limpio con muchos guiños a otros juegos o películas. La historia se desarrolla a lo largo de setenta años, desde 1914 hasta 1984. Las armas y los personajes evolucionan con el tiempo. En cuanto al sonido, la música es excelente, a veces cool y típica mexicana, a veces fuerte y brutal, típico metal. Este juego requiere horas y horas de práctica para ver el final y, a pesar de la elección entre tres niveles de dificultad, incluso el nivel más fácil ya es bastante completo.
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