Horse Tales: Emerald Valley (Nintendo Switch) – La prueba

No siendo un desarrollador profesional, pero dedicando algún tiempo a los videojuegos, en diferentes plataformas, hay una cosa que siempre me ha cuestionado: ¿hay, en los motores de desarrollo genéricos, un botón de "puerto feo en Switch"? Los ejemplos son cada vez más legión y la falta de optimización por parte de los desarrolladores es un insulto tanto para una consola capaz de ejecutar Zelda Breath of the Wild como para jugadores de todo el mundo. ¿Por qué esta bronca de hoy? Pues como teníamos Horse Tales: The Emerald Valley y la resolución no permite ni ver el subtítulo, hay dudas sobre el apartado de control de calidad de los editores.
[Portage Switch à la ramasse] NOSOTROS
Todo en el título de Microïds, en nuestra Nintendo Switch en cualquier caso, huele a estafa navideña. En primer lugar, hay un lanzamiento en caja cuya portada hace todo lo posible para recordar a Zelda Breath of the Wild mientras acecha a la barcaza amante de los caballos. Desde la pose de su heroína hasta los tonos pastel utilizados, todo está hecho para evocar el mejor juego de la historia. Y hay que decir que queríamos hacernos con este título. La posibilidad de explorar libremente una isla mientras cumplíamos diferentes objetivos hacía cosquillas en nuestro deseo de libertad.
Desgraciadamente, desde los primeros segundos, nuestras ilusiones se van volando. La razón principal de esto es una técnica completamente basura y las palabras son débiles para expresar tal papilla de píxeles. La única forma de hacer que lo que vemos en la pantalla sea agradable es retroceder exactamente cuatro metros de la pantalla. No es broma, medimos. Jugar a una distancia normal de nuestra pantalla o jugar sobre la marcha es una calamidad para nuestros ojos.
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La resolución es tan baja que se hace difícil distinguir las facciones de nuestros interlocutores o de nuestro avatar. Peor aún, en un deseo de clonar Zelda Breath of the Wild hasta el final, nuestra heroína descubre parte de la isla subiendo una colina, la oportunidad de configurar un travelling con el título que aparece. Sin embargo, la resolución es tan baja que este título se vuelve difícil de leer. Sí ! ¡Incluso el título es ilegible!
Hemos visto juegos donde el título es lo único bien escrito y divertido de ver, con Horse Tales alcanzamos un nuevo nivel en la mediocridad y el "no me importa" de un puerto de Switch que no está ahí solo para robarle el dinero a unos abuelos que solo querrían ofrecer un título con caballos a su nieta y que solo lograrán asquearla con videojuegos mientras alimentan el odio intergeneracional. ¡Y todo esto por 40€! ¿Este título está patrocinado por oftalmólogos en Francia? ¿Es esto un complot para drenar las cuentas del Seguro Social del gasto en anteojos? Estas preguntas legítimas no se responderán aquí, pero resaltan la infamia que representa este juego en Switch.
Busco desenredante de dedos
Pero no nos engañemos, este desastre lo veíamos venir, solo la proporción tomada nos sorprende. Desde los primeros minutos nos pareció extraña la dificultad para adivinar los rasgos de nuestro protagonista. Los diferentes tirones, llegando a bloquear nuestra pantalla por un segundo, nos habían dado la pulga en los oídos y la aparición de texturas y objetos a distancias relativamente cercanas eran muchas señales de advertencia.
La cámara y el manejo también han complicado nuestra experiencia de juego, de hecho, nuestro caballo, al igual que un coche, tiene varias velocidades de movimiento, que van desde caminar hasta galopar. Para activar este, ya debemos haber presionado varias veces para activar la velocidad que precede a esta furiosa carrera y luego dejar presionado el botón B. Excepto que la cámara no sigue a nuestro caballo, debemos controlarlo constantemente con el joystick derecho. Los aficionados al descuartizamiento digital podrán darlo todo para conseguir utilizar tanto el stick como el botón con la misma mano.
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De hecho, es posible bloquear la cámara manteniendo presionado L, pero ¿por qué no haber pensado en optimizar el agarre? Desde la primera carrera, es obvio que estos controles van a ser un problema. Además, cuando a nuestro caballo se le añade la posibilidad de hacer giros cerrados con ZL, que debe tener la opción de derrape, mantener L se vuelve doloroso cuando es en ese momento cuando más lo necesitamos. Usar un botón como ZR para acelerar y las teclas A, B, X o Y para deslizar con una cámara fija habría tenido mucho más sentido. Realmente esta elección de agarre es incomprensible.
La ergonomía general no es realmente mejor. Para progresar en la aventura tendremos que viajar a lo largo, a través y a través de esta isla. Lo que se presenta como un mundo abierto es solo un vasto campo de caminos que se cruzan, que nos vemos obligados a seguir para avanzar. Así que pasamos nuestro tiempo yendo y viniendo por los mismos caminos. Unido a los idiotas y la pobreza gráfica, esta sensación omnipresente de déjà vu viene a destrozar un poco más nuestras ganas de ir más allá.
La perfección está en las intenciones.
Y es una pena, porque sobre el papel, este Horse Tales podría haber estado a la altura de las expectativas de los aficionados a los caballos. En primer lugar, está el escenario general que nos pide restaurar el dominio familiar. Somos relativamente libres de construir lo que queramos y donde queramos muchos edificios. Entre las que nos otorgan recursos, las que nos permiten administrar nuestro ganado y las relativas a viviendas o decoración, realmente hay suficiente para construir la yeguada de sus sueños.
El diseño general del mapa que estamos navegando privilegia un importante relieve que es agradable de descubrir, al menos la primera vez. Los diferentes biomas que recorremos son variados, y si pudiéramos sacarlos de la mezcla de píxeles que los componen, seguramente lo pasaríamos genial. Lo mismo ocurre con nuestros caballos. Todos tienen un vestido diferente pero es difícil disfrutarlo ya que la resolución es baja.
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Además de estos pelajes, cada uno tiene características diferentes y es posible que crucemos nuestros diferentes equinos para así obtener una descendencia que combine todas sus cualidades. La idea de gestionar nuestra yeguada hasta tal punto es realmente buena. Cada caballo también tiene un punto débil, pero es posible reducirlo completando una misión propia, lo que acentúa gratamente nuestro apego por él.
El sistema constructivo nos pide mejorar nuestra reputación. Para ello, deberemos explorar cada vez más nuestra isla, decorar nuestro dominio, pero también ganar nuevas carreras. Una vez que nuestra reputación es lo suficientemente alta, desbloqueamos nuevas opciones de construcción y, si hemos recolectado suficientes materiales, podemos pasar a la construcción. La idea básica podría haberle dado a este título una buena vida útil si solo hubiera sido jugable.
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